On Monday, 24 September, this article appeared in the printed version in the newspaper “El Periódico”, both in the Spanish and Catalan version. The article is written by the journalist Valentina Raffio, and features our SUMAN researcher, Teresa Puig, in the framework of the project #LasCientíficasCuentan, an initiative by CSIC-Brussels and funded by the FECYT. We transcribe here the text.
Maternidad, ciencia y la presión de estar a la altura de las expectativas en todas las circunstancias. Cinco perspectivas de investigadoras que relatan qué implica conciliar la vida personal y laboral
Ser una
mujer en el mundo de la ciencia es una realidad que, para muchas investigadoras, tan solo se desvela en el momento de la
maternidad. Hasta entonces, la igualdad de oportunidades entre científicos y científicas parece estar garantizada por un sistema aparentemente imparcial. ¿Pero qué ocurre cuando se decide empezar una familia? Es ahí cuando, en muchos casos, las científicas empiezan a experimentar el
lado oscuro de un modelo altamente competitivo en el que se penaliza todo aquello que se aleje de la productividad.
Marta Mas, Teresa Puig, Neus Sabaté, Carme Torras y Silvia Valenzuela, cinco de las investigadoras representantes del programa ‘
Las científicas cuentan‘, relatan su personal experiencia como científicas y madres. Un reto al que cada una de ellas se ha enfrentado de una manera diferente pero que al final ha acabado confluyendo en un mismo mensaje: “Ser una científica de éxito y una buena madre es compatible”.
El despertar del reloj biológico
“Los primeros pasos en el mundo de la investigación coinciden, en muchos casos, con el
despertar del reloj biológico. Y es ahí cuando por primera vez empiezas a plantearte si vas a poder seguir estando a la altura de todo”, explica
Neus Sabaté, del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM, CSIC). Y es en este momento cuando, según relata Sabaté, se produce la primera “gran pérdida de talento de la ciencia”: el de todas aquellas investigadoras que no se sienten capaces de lidiar con la
exigencia de una carrera científica a la par que quedan expuestas a la
presión social que conlleva ser madre.
Pero para las que se atreven ante este reto personal y profesional, el desafío de la conciliación empieza por una intensa lucha interior. “Enfrentarse a la maternidad como investigadora significa aprender a
sobrellevar una batalla interna en la que quieres ser una buena madre, pero a la vez no quieres renunciar a bajar el listón en tu trabajo”, explica
Silvia Valenzuela, de la Institució Milá y Fontanals (CSIC). Y es ahí cuando, según relata Valenzuela, las madres científicas empiezan a asumir la doble carga de intentar ser la madre perfecta y una investigadora de prestigio.
“Tienes que aprender a vivir con la
sensación constante de que no llegas a todo. Siendo madre e investigadora te das cuenta de que tus hijos te necesitan y tu grupo de investigación también. Y eso no es algo que vaya a cambiar, por lo que te ves forzada a
renunciar a tu tiempo personal“, reflexiona
Teresa Puig, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC).
Un mundo competitivo
¿Pero por qué parece incompatible la conciliación en el mundo de la ciencia? “El problema es que actualmente hay tanta
competitividad en el mundo de la investigación que como mujer te da miedo a parar por si luego no puedes recuperar el ritmo. De ahí que la dificultad de plantear medidas de conciliación recaiga en poder
lidiar con esta presión“, reflexiona
Carme Torras, del Instituto de Robótica e Informática Industrial de Barcelona (CSIC-UPC).
De ahí la importancia de promover medidas que por un lado faciliten la
conciliación laboral y que, por el otro, eviten que las científicas puedan ser
penalizadas por el parón de la maternidad. Una reivindicación que recientemente ha llegado al Ministerio de Ciencia, Universidades e Innovación de la mano de
una petición de Change.org que a día de hoy cuenta con más de 300.000 firmas.
Por otro lado, según añade
Marta Mas, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC): “Hoy en día aún hay gente que cree que la realización de las mujeres tan solo pasa por ser madres y que el aspecto profesional debe ser algo secundario al cuidado de los hijos. Y es por eso que tenemos que darle la vuelta a este discurso y reivindicar que
ser científica, madre y no renunciar a nada es posible“.
Inspirar a las nuevas generaciones
Si en algo coinciden Mas, Puig, Sabaté, Torras y Valenzuela es en la necesidad de trabajar para crear referentes científicos para las nuevas generaciones. Un trabajo que, en esta ocasión, ha llevado a reunir a estas cinco investigadoras bajo el marco del programa ‘
Las científicas cuentan‘ de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la delegación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ante la Unión Europea.
En este nuevo proyecto, las científicas se han tenido que enfrentar al excepcional reto de explicar sus últimos proyectos de investigación -seleccionados por el programa del European Research Council (ERC)- ante un público general y, a partir de ahí, entablar un debate ante las inquietas preguntas de los asistentes. Un reto a través del cual se prevé acercar la ciencia básica o fundamental a la sociedad a la par que se reivindica el rol de estas científicas en los grupos de investigación más destacados del país.
Valentina Raffio
Imagen: De izquierda a derecha, Teresa Puig, Silvia Valenzuela, Marta Mas, Neus Sabaté y Carme Torras. / Carlos Montañés
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